domingo, 15 de abril de 2012

FERNANDO VII

Rey de España, hijo de Carlos IV y de María Luisa de Parma. Nació en San Ildefonso y murió en Madrid (1784-1833). Cuando era príncipe de Asturias, conspiró contra Godoy, favorito de su padre, y contra éste con intención de destronarle; pero, descubierto el plan, tuvo que humillarse ante su progenitor para evitar ser desheredado. Como consecuencia del motín de Aranjuez (19 de marzo de 1808) se produjo la caída de Godoy y la abdicación de Carlos IV, y Napoleón, que jugaba con los destinos de España, atrajo a Carlos IV y a Fernando VII a Bayona, y allí, en una escena bochornosa, Fernando renunció al trono y al título de príncipe de Asturias a favor de su padre, y éste abdico la soberanía en el propio Napoleón, quien, a su vez la cedió a su hermano José, primero de este nombre en la serie de reyes españoles. Mientas el 2 de mayo iniciaba el pueblo madrileño el levantamiento contra el invasor, y España entera entablaba una guerra de seis años por su independencia, Fernando VII permanecía prisionero en Valençay; vuelto a España en 1814, y acogido con extraordinario júbilo por toda la nación, que le dio el título de Deseado, declaro nulas la constitución de 1812 y las disposiciones de las Cortes de Cádiz y se erigió en rey absoluto. Desde entonces, el reinado de Fernando VII fue un enfrentamiento entre los principios constitucionales, que el rey aceptó cuando no tuvo otro remedio (sublevación de Riego en 1820), y la subsiguiente reacción absolutista, lograda con la entrada de tropas francesas (1823). Don Carlos, hermano del rey y paladín del absolutismo intransigente, viendo a Fernando enfermizo y sin hijos, aspiraba a sucederle, pero la boda del rey con su sobrina María Cristina de Nápoles, que consiguió de su marido la derogación de la ley Sálica, puesta en vigor por Felipe V, por la que se excluía a las hembras de la sucesión, y el subsiguiente nacimiento de la princesa Isabel (1830), dieron origen a la lucha entre don Carlos y la reina. Fernando VII, gravemente enfermo, restableció la ley Sálica, pero la presencia de la animosa Luis Carlota, hermana de Cristina, volvió las cosas a su anterior situación; fue desterrado don Carlos, y las Cortes, convocadas y reunidas con arreglo a la usanza antigua,  juraron heredera a la princesa Isabel (1833). Murió poco después el rey y dejo a su esposa Cristina como tutora y gobernadora, durante la menos edad de Isabel, y, latente, una guerra civil.

Trabajo realizado por AJE, alumna de 4º de ESO C del IES Las Lagunas (mijas-costa)

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